miércoles, 14 de junio de 2017

Dos familias en Extremadura

Buenos días, soy Pedro y voy a contar una experiencia de fin de semana en la Sierra de Gredos. Hemos encontrado una casa muy confortable en la comarca de la vera: La casona de Valfrio. Se encuentra alejada de la población de Cuacos de Yuste, en una amplia finca que tiene abundancia de robles por el lugar. Hay espacios abiertos y una piscina que sobre todo disfrutan nuestros hijos.
Este mes de junio viajamos con unos amigos a pasar un fin de semana todos juntos. Nosotros ya conocemos el alojamiento, pues estuvimos el año pasado. Estas van a ser como unas vacaciones en familia. Mayte, mi mujer, nuestros dos peques de 5 y 7 años, con José y Silvia, nuestros amigos de Madrid, que vienen con sus hijos de 4 y 6 años y un servidor, nos encontramos el viernes rumbo a Extremadura.
Hemos parado a tomar un café cogiendo la salida en el kilómetro 124: bar San Cristobal. Es un bar de toda la vida al borde de la carretera nacional antigua. Es amplio y nos sentamos en unas mesas donde nos acoplamos bien con los niños. Hablamos de cómo organizarnos en nuestro fin de semana. Nos apetece hacer algo diferente, conocer un poco más de cerca el entorno. Hacemos una búsqueda desde mi tablet y encontramos varias opciones. Nos llama la atención una por su nombre y un planteamiento más adecuado para actividades con niños: se denomina Conyegar. Rellenamos el formulario de contacto de la web solicitando información y seguimos ruta.

Paseando la vera
Parece mentira que sean las 8 de la tarde. Hace una temperatura muy agradable para estar en bañador sentados en las tumbonas cerca de la piscina. "Pedro, ¿recibiste algo?" me pregunta José viniendo con un par de cervezas fresquitas en las manos.
"Pues sí José, aquí tengo un correo de respuesta a nuestro formulario: nos propone una excursión senderista que discurre por la rivera de unas gargantas, con finalización en un chozo de cabreros donde comeremos unas migas, lasaña de verduras para los niños y una caldereta de cabra. Parece un plan muy completo y nos indica que podemos comenzar de 9:30 a 10 para terminar sobre las cuatro de la tarde después de la sobremesa. El chozo de cabreros está en una amplia finca de más de 10.000 metros cuadrados, donde los pequeños pueden jugar con toda seguridad."
"A mí me parece interesante y es algo diferente", me dice José. Se lo comentamos a Mayte y Silvia que no tardan en incorporarse a nuestra tertulia; nos dan su aprobación.
Contacto telefónicamente con Carlos, responsable de Conyegar y establecemos un punto de encuentro donde dejar los coches e inciar la marcha senderista. Allí nos acercará una vez terminada la jornada.

Tradicionales migas extremeñas
"Buenos días D. Pedro, le traigo el café que me pidió", me dice Manoli mi secretaria, sacándome de mis pensamientos. Estaba mirando por el ventanal de nuestras oficinas de la avenida de Prado Largo, en Pozuelo de Alcorcón. El paisaje de los pinares que nos rodean me ambienta para recordar el paseo por las gargantas, conociendo la composición y utilidad del sotobosque, el sabor de las migas recién hechas, ese moje con pan de leña en la caldereta de cabra, y ese postre de biscuit de higos que fundamentalmente devoraron nuestros hijos.
Las leyendas de la comarca que nos comentó en el paseo Carlos, las puedo recordar leyendo el blog que cada mes se va alimentando con nuevas experiencias e investigaciones.

Pedro y familia, junio de 2017

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Turismo cultural activo, con la sensibilidad de una empresa familiar extremeña: Conyegar.