jueves, 17 de septiembre de 2015

desde Barcelona a La Vera

-Hola ¿es Carlos?
- Sí dígame ¿con quién hablo? 
- Soy Mariano, amigo de Jordi, que estuvo este agosto paseando La Vera contigo.
- Ah! recuerdo a Jordi y Cristina, simpática pareja... pues dime en qué puedo servirte.
- El Jordi me ha hablado maravillas de esa tierra y de tu enfoque de turismo cultural activo. Deseaba ir una semana con mi mujer y que nos hagas un planteamiento de estancia todo incluido con alojamiento y los paseos para conocer la zona.
- Por supuesto, dame tu correo electrónico y te escribo una propuesta que podemos 
ajustar según vuestras preferencias. Adelántame, ¿os gusta caminar?, ¿tenéis alguna intolerancia alimentaria?...

Este fue el comienzo de una de mis primeras experiencias de turismo cultural activo, que por fin veía realizada de forma práctica desde que en mi cabeza se inició el proyecto a comienzos del año 2013.

Mariano y Belén (su pareja) estuvieron con nosotros una semana paseando La Vera. Hicimos excursiones en 4x4 por senderos a través de los bosques de robles, caminamos buscando rovellons (níscalos para los autóctonos), estuvimos recogiendo pimientos y viendo como quedan los campos de tabaco después de la cosecha.
Conocieron el orujo de la comarca, así como platos y guisos que no habían probado que, ante una primera cara de duda, nos comentan con una sonrisa "què hi tindrieu una mica més d’aquest menjar tan bó?"  que en castellano viejo decimos: "¿puedo repetir?".

Nos dejaron con una frase que se me quedó marcada: "Vaja amb Extremadura, ens tenen enganyats a Catalunya", aqui diríamos:  "vaya con Extremadura nos tienen engañados en Cataluña"... esta misma sorpresa ¿nos puede pasar?


El turismo cultural activo colabora al acercamiento entre diferentes culturas.
Mariano





No hay comentarios:

Publicar un comentario